¡Pulsa, Pablo!
Os quiero dar las gracias de nuevo a todos por tanta comprensión hacia una particularidad que ya es nuestra. Él está sufriendo mucho y su familia también. Entre todos hacemos el mundo y espero que si tenéis problemas o dudas o si os sentís vacíos, solos... podáis hablarlo con alguien que os comprenda, como nosotros hacemos en clase. Ya sabéis que me tenéis aquí y que intento ser lo que necesitáis en cada momento pero sé que no os sirvo muchas veces, algo normal. Por eso, ponedle empeño y no os quedéis con los juicios malos que saquéis de algo o alguien; intentad ver que en cada cosita siempre hubo un soplo bueno que la creó. Normalmente el odio lleva mucho amor en las entrañas. Y vamos por la vida sin entendernos y a porrazos cuando si de verdad supiéramos veríamos que todos sufrimos mucho y todos queremos que nos quieran mucho. En fin, no dejéis de hablar cuando llegue el momento en que podáis hacerlo sin corte o miedo. Y quered mucho sin medirlo, eso nunca se malgasta, siempre os servirá, siempre con amor se crece mejor, aunque duela. El amor es el antídoto perfecto cuando todo va mal.
Os quiero, chicos. Ya nos queda poquito de curso...
No hay comentarios:
Publicar un comentario