Cogito ergo scribere...

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domingo, 21 de mayo de 2017

MICRORRELATOS SELECCIONADOS

Pues, ahora sí: ahí van los micros que habéis escrito y que han sido seleccionados por su originalidad y estética. Los que habéis participado y no estáis sabed que hemos disfrutado mucho leyéndoos, porque no es fácil crear y vosotros con tan poca edad siempre nos sorprendéis. Es cuestión de gustos, no es que los que no están sean menos buenos. Nunca dejéis de escribir y expresaros; me encanta cómo lo hacéis.



Microrrelatos escritos por la técnica del “tachamiento”

(Sobre textos extraídos de la obra Oliver Twist, de Charles Dickens)



-Ya no lo tengo- dijo.
-Pero tenemos un lío.
Esa es la parte que podría, con toda seguridad, confrontar las melodramáticas historias de una docena de doctores.

Paula Hernández Escalonilla. 1.º ESO B




¡Ya lo tengo! Puede ser que su tía, al curarle el brazo a un delincuente, lo abandonara a su suerte. Pero, pasada la noche, con dolor, llanto y ansiedad, volvió a la sala para contar quién lo había herido.

Lucía Castilla García. 1.º ESO B




A ver, déjenme pensar… –dijo. Al final se detuvo y concluyó:
-Creo que, si me permiten ustedes, podré hacer algo por ayudarles.
-Está bien –dijo el doctor. Lo primero es reconocer al delincuente.

Salieron de la habitación. Oliver se sentó junto a la cama, pero había perdido seguridad. Por la noche, recibió un balazo. Giles había logrado su propósito.

Nuria Úbeda Duarte. 1.º ESO B




-Déjenme pensar… ¡Ya lo tengo! Creo que si me permiten ustedes regañar un poco a Giles podré hacer algo por ayudarles.
-Está bien –dijo el doctor.
-¿Cómo? -replicó Giles.
-Lo mejor será confrontar la versiones de los dos –concluyó el doctor.

Quique Corrales Asquit. 1.º ESO B




El capitán, su compañero y el doctor no podían dejar de pensar en abrir las cortinas, pero tras ellas reinaba la noche.

Lucía Ruiz Domínguez. 1º ESO F



Me detuvo para decirme que deseaba verme; le encontré esperándome. Me propuso que eligiera el camarote de cualquiera de los oficiales para el resto del viaje: prefería seguir en el mío. El capitán prefería que dejara el camarote y le permitiera cerrarlo.

El doctor me preguntó si esa noche me acosté tarde. Eso me irritó, por lo que comprobé que Robert desde la litera a través de la portilla estaba entrando en la habitación y me acerqué. Me volví, crucé corriendo la habitación; detrás de las cortinas salió una bocanada de aire. Agarré algo, al tirar de él se abalanzó violentamente. Salió corriendo, eché a correr, regresé a mi camarote. Permanecí despierto toda la noche.

Lucía Osto Mena. 1.º ESO F



Déjeme decir que creo que podré ayudarlo. Después hablaré con las mujeres y los niños:
-Abrid los ojos, despertad y enjugad las lágrimas; las sirvientas seguís presumiendo de heroísmo. No vais a morir. Es un problema de nervios con toda seguridad. Mirad al médico.

Por separado pasemos la noche adquiriendo docenas de buenos propósitos.

Arturo Martínez Amador. 3.º ESO C

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