Os subo el enlace para que nos empapemos de emociones y sepamos que todas, todas son normales... ¡Toca identificarlas en cada momento!
Cogito ergo scribere...

Cogito ergo scribere...
viernes, 17 de marzo de 2017
PARADOJAS
Buenas noches, chicos. Hoy no fui a clase por un nuevo brote del herpes en el ojo que espero me deje terminar el trimestre. El lunes haremos la sesión de preevaluación, así que llevaos las fichas rellenas y entre Irene, José y Paula, como secretaria, trataremos de escribir todo lo que el grupo necesita y aquello a lo que nos comprometemos. También es importante reconocer qué cosas vamos haciendo mal para poder mejorarlas Yo, por ejemplo, voy a empezar diciendo que en el próximo trimestre intentaré no hablar de generalidades que a muchos os puedan servir pero que a otros os pueden hacer daño. Eso que os comenté sobre las operaciones para estar más guapos es algo que considero un error cuando se abusa, ya que todas las operaciones tienen un riesgo extremo, pero seguro que hay muchas personas que se quitaron o pusieron algo y a partir de ahí empezaron a ser felices. También es fácil para mí hablaros de que la vida os recompensará esos vacíos que tenéis, porque ya los míos van siendo cubiertos de una manera u otra, pero vosotros seguro que tendréis períodos cortos o largos en los que nadie os podrá hacer sentir tan valioso o valiosa, y a vuestras edades, cuando ya comenzáis con el pensamiento racional, es muy normal sufrir mucho por cada ausencia y por cada pensamiento que creéis en el otro.
La amistad es muy importante, pero quería deciros que aunque a veces os parezca que necesitáis que la otra persona sea solo para vosotros y de nadie más, llegará el día en el que seáis felices compartiendo todo lo bueno de esa persona con muchas otras, y sabréis también que el amor llega de muy diferente forma, no solo con un "te quiero": a veces llega en forma de boli que alguien te presta o te da porque le sobra; otras veces llega en forma de silencio cuando algo hicisteis mal y no hay bronca; otras llega en forma de beso de buenas noches, aunque no os hayáis hablado con vuestra madre en todo el día; otras veces incluso sin beso, llega solo cuando vuestra madre se mete en vuestro cuarto y observa si dormís bien o si por el contrario estáis precupados.
A vuestros padres les digo que os dejen espacio, porque lo necesitáis, y a vosotros os digo que les ganéis el espacio cuando lo necesitéis, que habléis con ellos, porque ellos fueron antes pequeños y saben de la vida. Si los cogéis en días malos, cansados, tal vez solo tengáis qe contentaros con un "bueno, hijo, ya hablaremos de eso mañana", pero eso significa que está pendiente la conversación, no que no interesáis a vuestros padres.
Yo, como os decía, voy a intentar no echaros las regañinas cuando no estudiáis todos; a veces se tiene la suerte de tener memoria y voluntad firme para estudiar en momentos en los que nadie te da cariño, pero, a veces, sin amor, sin un buen amigo al lado o unos padres que os hablen como si fuerais grandes, se hace muy cuesta arriba ponerse a memorizar nombres y más nombres. Por eso esta noche en la que yo también he aprendido de nuevo lo mucho que nos limitan las emociones, quería deciros que cada día sea un reto para vosotros, que lo intentéis, aunque ese día os veáis feos ante el espejo, o con más kilos de los que querríais, o aunque no os mire la niña que os gusta. Todo en la vida va pasando y nunca los días son iguales. Siempre hay ángeles por ahí que nos abren el camino y nos ayudan a creer que todo es posible, incluso en las pérdidas continuas que vamos a ir teniendo. Un día yo tampoco estaré con vosotros, pero eso no significa que lo haga porque me habré aburrido; al contrario, tendré que ir a abonar otra parcela y luego llegarán profesores que os enseñarán otras cosas y os alegraréis de que yo ya no esté por haber posibilitado la entrada de otros. Si os fijáis bien en la gente, bien, muy bien, todo el mundo sufre por las cosas malas de los demás y todo el mundo se alegra por las cosas buenas que les llegan, lo que pasa es que somos complicadas las personas y nos cuesta mucho expresar las emociones.
Para esto último vamos a hacer una actividad en tutoría que os va a gustar (ya les pasé el enlace a vuestros padres por ClassDojo), y para empezar con la emoción de la ADMIRACIÓN, os pego aquí las fotos de cuatro amigos que conocí por internet hace muy poco y que han ido muriendo de la enfermedad que os hable, la ELA. Solo Carlos Matallanas, el futbolista, está aún vivo pero muy malito. No hay cura para esa enfermedad y si os dejo el año que viene será porque vaya a investigarla. Necesito hacer algo por elllos. Los admiro porque sabiendo que no les quedaba tiempo de vida, se dedicaron a hacer felicies a los demás y sonreír. Eran, como diría Antonio Machado, "buenos, en el buen sentido de la palabra".
Y este vídeo es para que reflexionéis; el que habla es Jano Galán, el primero de la foto, con una voz torpe porque la enfermedad mataba los nervios que movían sus músculos; por tanto, para hablar, comer, beber, respirar, debía hacer varios maratones sin recorrer distancias físicas. El vídeo lo entenderéis más adelante mucho mejor, a medida que la vida os hable y os den ganas de volver a todos los sitios corriendo a decirle a la gente que lo sentís, que no queríais hacerle daño entonces. Cada uno vive como puede y sabe y por eso intentad no sentiros culpables demasiado. Intentad caminar hasta que comprobéis cómo se va transformando todo a cada paso y cómo siempre habrá alguien que os mire y os sepa ver el alma; la libertad vedrá del camino y de los errores, solo así seréis grandes campeones de la vida. No dejéis de soñar ni de luchar nunca.
VÍDEO DE JANO, ESCUCHAD BIEN (PULSAD)


Por orden de aparición: Jano Galán, Fernando Leia, Fernando Mógena, Carlos Matallanas.
sábado, 11 de marzo de 2017
CUMPLEAÑOS
Bueno, en clase me sorprendisteis, y hasta ahora no he terminado de releer vuestros escritos y asimilar lo que significa que niños y niñas de vuestras edades se organicen en secreto para hacer algo bueno por alguien a quien apenas conocen. Aunque me repita, quería daros las gracias por valorar tantos pequeños detalles en los demás; yo solo hago mi trabajo y de alguna manera intento que veáis que todos tenemos malos días y todos tenemos problemas que superar y con los que debemos convivir, así que cuando caemos en un grupo, por muy diferentes que parezcamos unos de otros, al final, cuando vamos conociéndonos, nos parece como si los miedos del otro fueran nuestros y viceversa. A eso se le llama ósmosis: ese compartir y participar todos de todos y yo estoy muy feliz de poder guiaros un poco en esa tarea. Me han emocionado vuestras palabras y quería deciros, así, en general, que demos siempre cabida a los demás y que no pasa nada por decir que no a alguien (cuando no os gusta sentaros con un compañero determinado, por ejemplo) si os parece que de alguna manera os va a hacer sentir mal, pero antes de decir que no -o dos meses después de decirlo- probad el reconsiderarlo, porque de lejos todos somos invisibles y solo en el contacto directo, a veces en los menos perpectible, vamos conociendo por qué el otro hace o deshace, dice o deja de decir. Me consta que todos sabéis ser grandes y por eso sabréis escoger en cada momento de mis palabras lo que os venga bien para avanzar y no os duela, y si os duele mucho algo que yo digo o hago, o que otro dice o hace, antes de dar carpetazo al asunto, intentad hablarlo y decir: "Usted me ha hecho daño por esto", como hizo Juan Jesús. Es normal hacer daño porque todos somos vulnerables a ciertas cosas que los otros no tienen por qué conocer. Y aunque digamos que nos rendimos, nunca nos rendimos en serio, porque de cada paso sacamos alguna enseñanza que nos obliga a ver de otra manera lo que antes creíamos dominar absolutamente. Todo es cuestión de ir dejando que la vida entre por nosotros, arriesgarnos a vivirla y perder cosas, ser sinceros; ser sinceros es de las cosas más difíciles de este mundo. A nadie le gusta que le digan lo que debe o no debe hacer; cortar las alas no asfixia. Pero si alguien nos quiere y nos asfixia en algún momento de nuestras vidas seguramente sea porque no se estará dando cuenta de que no era el momento de guiarnos sino de soltarnos cuerda, y así es siempre. Es complicado querer; querer mucho es bastante más complicado, porque quien tenga la experiencia negativa de algo intentará salvaros de ella y de alguna manera os limitará sin darse cuenta. Y querer dando libertad absoluta para que os caigáis duele demasiado; es una suerte lograr ese equilibrio sano y necesario: estar siempre pero solo cuando nos necesiten.
Cuando necesitéis ser esa piedra dura del poema que leímos ayer, la que no siente, no pasará nada si en esos momentos otros piensan que sois ariscos, serios o maleducados. Todo pasa en esta vida y pensad que no sois lo que piensa de vosotros María, Juan o Pepe, sino todos aquellos actos y errores que os hacen sentir más parecidos a como sois cuando escucháis alguna canción que os emociona, o veis una película que os hace llorar de felicidad o duelo. No pasa nada si no sabéis quiénes sois ahora, ya lo iréis sabiendo, y aunque os parezca que ya conocéis todo lo que más o menos vais a encontrar en la vida, poco a poco os daréis cuenta de lo poco que sabíais cuando creíais saber. Eso, para mí, es lo más maravilloso de estar vivos: nada está dicho, todo puede crearse y todo puede convertirse si es lo que queremos. Así que mi consejo hoy es que escuchéis mucho y no desechéis a las personas por que en un momento dado se junten para haceros daño de alguna manera, por ejemplo, con unas risas que no compartís porque os avergüenza aquello de lo que se ríen. A veces nos reímos por no pensar en lo que nos duele de nosotros mismos, y quien se ríe de otro para aliviar sus problemas está perdonado desde antes de comenzar. Ni llorar es malo siempre, ni reír refleja siempre un estado de placer, todo es relativo y ya lo iréis entendiendo. Sed vosotros mismos y buscad aquello que cada día os haga ser mejores personas sin forzar nada en los demás; la gente que no pide ser analizada no necesita serlo, solo acompañad en silencio y todo saldrá bien.
Quiero tremendamente a cada uno de vosotros, porque aunque no sepa cómo sois cuando no estáis conmigo, me basta con ver cómo mantenéis el respeto por alguien como yo que a pesar de cumplir cuarenta es una verdadera niña que solo aprende.
Gracias por todo, chicos. ¡A por el curso!
lunes, 6 de marzo de 2017
TRISTE REALIDAD SOCIAL
Chicos, os voy a tratar como adultos, que es como necesitáis
que os trate cuando las cosas van mal. He llegado con muchas ganas de veros y
abrazaros y he recibido vuestro cariño con verdadero orgullo; a todos nos gusta
que nos echen de menos. Pero en días como el de hoy no sé hasta dónde es bueno
llevar la paciencia y si no será mejor trataros con esa mano dura que no conocéis
porque no estáis viviendo una época de escasez en donde lo que primaba era comer,
e ir a la escuela era solo un privilegio. Antes las clases estaban llenas de
gente que en su mayoría respetaba a los profesores; nadie ponía en duda la
labor del maestro, ya podía dormirse en clase: eran nuestros superiores y ahí
estaban para enseñarnos. Ahora, no solo no respetáis el esfuerzo que cada uno
hace para que sus alumnos y alumnas sean adultos de provecho, sino que os
atrevéis a pensar que aquí estamos para cobrar e irnos a casa tan a gusto. No,
un no rotundo. Ahora sí que es difícil llegar a ser profesor, cuesta mucho
llegar donde nos veis, muchísimo, y la educación que hemos recibido hace que
aun estando agotados del día a día vayamos al aula como si todos estuvieseis
sedientos de saber. Es complicado aguantar clases y clases en donde nadie se
calla porque eso solo lo hacéis con algún profesor o profesora que no os deja
moveros. Eso sí entendéis que es educación: la norma estricta, y no os dais
cuenta de que muchos profesores que os enseñan intentan aplicar otro tipo de
norma, que es la de daros la libertad de conocer el mundo y que participéis en él.
No os dais cuenta de que los verdaderos maestros son personas que no parecen
nada. Hay que tirar de la seriedad continuamente, partes y más partes, para que
vosotros y los padres que tenéis entiendan que el instituto es serio y, por
tanto, vosotros vais a estudiar y rendir. Muchos, incluso, prefieren que sus
hijos vayan a un sitio privado porque allí parece que la disciplina sube,
cuando en esos sitios la realidad es que no necesitan siquiera a profesores que
hayan aprobado nunca un examen de oposición.
Todo lo que se da en abundancia cansa y se desvirtúa, todo pierde el valor que tiene, y me pregunto si no habrá que perder la educación adquirida tras tantos años para que vosotros, los alumnos de esta época, la ganen. Ya sabéis a quiénes van dirigidas estas palabras y me apena tener que escribirlas porque seáis más de uno y más de dos.
En vosotros está reflexionar sobre qué vais a hacer con vuestras vidas: si os dejáis contaminar por la desconfianza o, peor, la indiferencia, o si seguís poniéndole ilusión y ganas a esto que no va a durar mucho. Dentro de nada seréis adultos y tal vez más de uno se lamente y se acuerde de nosotros con admiración. No dejéis la admiración para cuando ya sea tarde: ahora es cuando tenéis la oportunidad de agradecer y coger eso que se os ofrece gratuitamente y que desde vuestras casas tan preocupadamente reciben su pérdida entre los dedos de sus hijos.
Poneos las pilas.
Y olvidad lo que sale por la tele: todo lo que se logra sin esfuerzo no causa más que vacío.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)